jueves, 12 de enero de 2017

Un curso de milagros Lección 12


Comentario: Lo que de verdad nos molesta es una pizarra vacía, un lienzo sin pintar. No lo podemos resistir, tenemos que pintarlo con nuestro significado; y cuando lo hacemos, lo que vemos es aterrador, triste, violento o loco (1:2-3). No podemos aceptar que el mundo no significa nada y “dejar que la verdad se escribiese en él por ti” (5:3); en lugar de ello, “te ves impulsado a escribir sobre él lo que tú quisieras que fuese” (5: 4). No podemos dejar que Dios le dé al mundo y a nosotros mismos nuestro significado, deseamos hacernos el nuestro propio. El resultado es una inquietante visión de todo.

Deja que para ti, hoy, el mundo pierda su significado. No te apresures a ponerle encima tu significado. Simplemente deja que sea lo que es, sin ningún significado, y dale al Espíritu Santo una oportunidad para que escriba Su significado sobre él.

   Cuando tus palabras hayan sido borradas, verás la Suya. Ése es, en última instancia, el    propósito de estos ejercicios.   (5:8-9)

Hay una práctica semejante a las del Libro de Ejercicios, que aparece en el Texto, y que va en la misma línea de esta lección.

Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente:

“No conozco el significado de nada, incluido esto.
No sé, por lo tanto, cómo responder a ello.
No me valdré de lo que he aprendido en el pasado
Para que me sirva de guía ahora”.

Cuando de este modo te niegues a tratar de enseñarte a ti mismo lo que no sabes, el Guía que Dios te ha dado, te hablará. Ocupará el lugar que Le corresponde en tu conciencia en el momento en que tú lo desocupes y se lo ofrezcas a Él. (T.14.XI.6:6-11).

No hay comentarios:

Publicar un comentario